Sunday, February 20, 2011





-Me lo monto muy mal, la verdad.

-Pues si, guapa.


-¡Eh!


-Me dirás qué no.


-Bueno, un poco si.


Y con su sonrisa infantil me acarició el muslo de aquella forma torpe que siempre estuve segura qué hacia a propósito y negó con la cabeza.

-¿Y ahora qué hacemos contigo?


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